jueves, 8 de marzo de 2012
martes, 6 de marzo de 2012
Cómo vivir la Cuaresma
1.
Arrepintiéndome de mis pecados y confesándome.
Pensar en
qué he ofendido a Dios, Nuestro Señor, si me duele haberlo ofendido, si
realmente estoy arrepentido. Éste es un muy buen momento del año para llevar a
cabo una confesión preparada y de corazón. Revisa los mandamientos de Dios y de
la Iglesia para poder hacer una buena confesión. Ayúdate de un libro para
estructurar tu confesión. Busca el tiempo para llevarla a cabo.
2. Luchando
por cambiar.
Analiza tu
conducta para conocer en qué estás fallando. Hazte propósitos para cumplir día
con día y revisa en la noche si lo lograste. Recuerda no ponerte demasiados
porque te va a ser muy difícil cumplirlos todos. Hay que subir las escaleras de
un escalón en un escalón, no se puede subir toda de un brinco. Conoce cuál es
tu defecto dominante y haz un plan para luchar contra éste. Tu plan debe ser
realista, práctico y concreto para poderlo cumplir.
3. Haciendo
sacrificios.
La palabra
sacrificio viene del latín sacrum-facere, que significa "hacer
sagrado". Entonces, hacer un sacrificio es hacer una cosa sagrada, es
decir, ofrecerla a Dios por amor. Hacer sacrificio es ofrecer a Dios, porque lo
amas, cosas que te cuestan trabajo. Por ejemplo, ser amable con el vecino que
no te simpatiza o ayudar a otro en su trabajo. A cada uno de nosotros hay algo
que nos cuesta trabajo hacer en la vida de todos los días. Si esto se lo
ofrecemos a Dios por amor, estamos haciendo sacrificio.
4. Haciendo
oración.
Aprovecha
estos días para orar, para platicar con Dios, para decirle que lo quieres y que
quieres estar con Él. Te puedes ayudar de un buen libro de meditación para
Cuaresma. Puedes leer en la Biblia pasajes relacionados con la Cuaresma.
Fuente: Aciprensa
40 frases del Papa para vivir la Cuaresma
Desde el pasado miércoles de ceniza se inició
la Cuaresma, un período de preparación para la Semana Santa. Estas 40 frases
han sido parte de los mensajes que el Papa Benedito XVI ha trasmitido a lo
largo de su pontificado con motivo de la Cuaresma.

2. El ayuno es una
gran ayuda para evitar el pecado y todo lo que induce a él. (2009)
3. El verdadero ayuno,
repite en otra ocasión el divino Maestro, consiste más bien en cumplir la
voluntad del Padre celestial, que “ve en lo secreto y te recompensará” (2009)
4. Si, por lo tanto,
Adán desobedeció la orden del Señor de “no comer del árbol de la ciencia del
bien y del mal”, con el ayuno el creyente desea someterse humildemente a Dios,
confiando en su bondad y misericordia. (2009)
5. Ayunar es bueno
para el bienestar físico, pero para los creyentes es, en primer lugar, una
“terapia” para curar todo lo que les impide conformarse a la voluntad de Dios.
(2009)
6. Esta antigua
práctica penitencial, que puede ayudarnos a mortificar nuestro egoísmo y a
abrir el corazón al amor de Dios y del prójimo, primer y sumo mandamiento de la
nueva ley y compendio de todo el Evangelio. (2009)
7. La práctica fiel
del ayuno contribuye, además, a dar unidad a la persona, cuerpo y alma,
ayudándola a evitar el pecado y a acrecer la intimidad con el Señor. (2009)
8. Privarse del
alimento material que nutre el cuerpo facilita una disposición interior a
escuchar a Cristo y a nutrirse de su palabra de salvación. Con el ayuno y la
oración Le permitimos que venga a saciar el hambre más profunda que
experimentamos en lo íntimo de nuestro corazón: el hambre y la sed de Dios.
(2009)
9. El ayuno nos ayuda
a tomar conciencia de la situación en la que viven muchos de nuestros hermanos
(...).Al escoger libremente privarnos de algo para ayudar a los demás,
demostramos concretamente que el prójimo que pasa dificultades no nos es
extraño. (2009)

11. “Quien ora, que
ayune; quien ayuna, que se compadezca; que preste oídos a quien le suplica
aquel que, al suplicar, desea que se le oiga, pues Dios presta oído a quien no
cierra los suyos al que le súplica” (San Pedro Crisólogo). (2009)
12. Que la Virgen
María, Causa nostræ laetitiæ, nos sostenga en el esfuerzo por liberar nuestro
corazón de la esclavitud del pecado para que se convierta cada vez más en
“tabernáculo viviente de Dios”. (2009)
13. La Cuaresma nos
ofrece una ocasión providencial para profundizar en el sentido y el valor de
ser cristianos, y nos estimula a descubrir de nuevo la misericordia de Dios
para que también nosotros lleguemos a ser más misericordiosos con nuestros
hermanos. (2008)
14. La limosna
representa una manera concreta de ayudar a los necesitados y, al mismo tiempo,
un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales. (2008)
15. ¡Cuán fuerte es la
seducción de las riquezas materiales y cuán tajante tiene que ser nuestra
decisión de no idolatrarlas! (2008)
16. No somos
propietarios de los bienes que poseemos, sino administradores: por tanto, no
debemos considerarlos una propiedad exclusiva, sino medios a través de los
cuales el Señor nos llama, a cada uno de nosotros, a ser un instrumento de su
providencia hacia el prójimo. (2008)
17. Socorrer a los
necesitados es un deber de justicia aun antes que un acto de caridad. (2008)
18. No hay que alardear
de las propias buenas acciones, para no correr el riesgo de quedarse sin la
recompensa en los cielos. (2008)
19. La limosna
evangélica no es simple filantropía: es más bien una expresión concreta de la
caridad, la virtud teologal que exige la conversión interior al amor de Dios y
de los hermanos, a imitación de Jesucristo, que muriendo en la cruz se entregó
a sí mismo por nosotros. (2008)
20. Quien sabe que
“Dios ve en lo secreto” y en lo secreto recompensará, no busca un
reconocimiento humano por las obras de misericordia que realiza. (2008)
21. Cuando actuamos con
amor expresamos la verdad de nuestro ser: en efecto, no hemos sido creados para
nosotros mismos, sino para Dios y para los hermanos. (2008)
22. Cada vez que por
amor de Dios compartimos nuestros bienes con el prójimo necesitado
experimentamos que la plenitud de vida viene del amor y lo recuperamos todo
como bendición en forma de paz, de satisfacción interior y de alegría. El Padre
celestial recompensa nuestras limosnas con su alegría. (2008)
23. La limosna,
acercándonos a los demás, nos acerca a Dios y puede convertirse en un
instrumento de auténtica conversión y reconciliación con él y con los hermanos.
(2008)
24. Podemos aprender
[de Cristo] a hacer de nuestra vida un don total; imitándolo estaremos
dispuestos a dar, no tanto algo de lo que poseemos, sino a darnos a nosotros
mismos. (2008)
25. Que María, Madre y
Esclava fiel del Señor, ayude a los creyentes a proseguir la “batalla
espiritual” de la Cuaresma armados con la oración, el ayuno y la práctica de la
limosna. (2008)

27. En el misterio de
la cruz se revela plenamente el poder irrefrenable de la misericordia del Padre
celeste. (2007)
28. Miremos a Cristo
traspasado en la cruz. Él es la revelación más impresionante del amor de Dios
(...). En la cruz Dios mismo mendiga el amor de su criatura: tiene sed del amor
de cada uno de nosotros. (2007)
29. El Todopoderoso espera
el «sí» de sus criaturas como un joven esposo el de su esposa. (2007)
30. Sólo el amor en el
que se unen el don gratuito de uno mismo y el deseo apasionado de reciprocidad
infunde un gozo tan intenso que convierte en leves incluso los sacrificios más
duros. (2007)
31. La respuesta que
el Señor desea ardientemente de nosotros es ante todo que aceptemos su amor y
nos dejemos atraer por él. (2007)
32. Vivamos, pues, la
Cuaresma como un tiempo «eucarístico», en el que, aceptando el amor de Jesús,
aprendamos a difundirlo a nuestro alrededor con cada gesto y cada palabra.
(2007)
33. El apóstol Tomás
reconoció a Jesús como «Señor y Dios» cuando metió la mano en la herida de su
costado. No es de extrañar que, entre los santos, muchos hayan encontrado en el
Corazón de Jesús la expresión más conmovedora de este misterio de amor.
34. Cristo «me atrae
hacia sí» para unirse a mí, a fin de que aprenda a amar a los hermanos con su
mismo amor. (2007)
35. De ningún modo es
posible dar respuesta a las necesidades materiales y sociales de los hombres
sin colmar, sobre todo, las profundas necesidades de su corazón. (2006)
36. Quien no da a Dios,
da demasiado poco. (2006)
37. Es preciso ayudar
a descubrir a Dios en el rostro misericordioso de Cristo. (2006)
38. Mientras el tentador
nos mueve a desesperarnos o a confiar de manera ilusoria en nuestras propias
fuerzas, Dios nos guarda y nos sostiene. (2006)
39. La Cuaresma es el
tiempo privilegiado de la peregrinación interior hacia Aquél que es la fuente
de la misericordia. Es una peregrinación en la que Él mismo nos acompaña a
través del desierto de nuestra pobreza (2006).
40. Aunque parezca que
domine el odio, el Señor no permite que falte nunca el testimonio luminoso de
su amor. A María, «fuente viva de esperanza», le encomiendo nuestro camino
cuaresmal, para que nos lleve a su Hijo.
Fuente: opusdei.es
lunes, 27 de febrero de 2012
Cuaresma
Qué
es la Cuaresma

La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina
antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este
tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por
recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como
hijos de Dios.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que
significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de
conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida.
La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo,
escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo
obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos
ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos
alejamos más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la
reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de
nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a
nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y
apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con
alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
40 días

En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo
material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra,
seguido de pruebas y dificultades.
La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV,
cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de
renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia.
Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de
oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada
en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.
Fuente:
http://www.aciprensa.com/
viernes, 10 de febrero de 2012
Profetas Menores - Ageo
Su nombre significa fiesta,
solemnidad
Su nombre como el de Zacarías se
menciona en Esdr. 5, 1 y 6, 14, y allí vemos, como en los profetas anteriores,
el ambiente decaído de los "restos" de Israel vueltos de Babilonia
(tribus de Judá y Benjamín), que estos enviados de Dios trataron de levantar en
aquel periodo, y que tan lejos estaba de la restauración soñada según los
vaticinios de los profetas. En el orden político Israel estaba sometido a la
tiranía extranjera; en el religioso y moral, reinaba la horrible decadencia que
Malaquías enrostra a sacerdotes y pueblo, al que el mismo Ageo condena por su
impureza (2, 10 ss.) y por su indiferencia en construir el nuevo Templo (1, 4
ss.), que debería haber sido el objeto de todas sus ansias, según las
esplendorosas promesas del profeta Ezequiel (cf. Ez. 40, 1 ss.). Epoca
"penosa y aún dolorosa, porque la teocracia hallaba, de parte de los
hombres, muchos obstáculos para salir de sus ruinas, y el desaliento se había
apoderado de los judíos, también del punto de vista religioso" (Fillion).
Véase Esdr. 1, 2 y nota.
En el primer discurso (1, 2-2, 1),
Ageo exhorta a los judíos, remisos en reanudar la reconstrucción del Templo; en
el segundo (2, 2-10) consuela a los que habían visto la gloria y magnificencia
del Templo salomónico; en el tercero (2, 11-20), anuncia la bendición de Dios y
la futura gloria del Templo; en el cuarto (2, 21-24), se dirige a Zorobabel
prometiéndole recompensa divina y fortaleciéndole con la promesa del reino
mesiánico futuro, "con lo cual se ve una vez más que esta restauración
precaria de aquellas pocas tribus, que tanto había de sufrir aún en tiempos de
los Macabeos, y caer luego en el deicidio y la total dispersión, no era sino
figura de aquella otra que constituía la esperanza de Israel". Véase Sof. 3, 20 y nota.
El
Martirologio Romano hace la conmemoración de Ageo junto con la del Profeta
Oseas el 4 de julio
Fuentes:
http://www.aciprensa.com/
miércoles, 8 de febrero de 2012
Profeta Menores - Amos

Desde un principio, el profeta se mostró intrépido
defensor de la Ley de Dios, especialmente en su encarnizada lucha contra el
culto del becerro adorado en Betel. Perseguido por Amasías, sacerdote de aquel
becerro (7, 10), el profeta murió mártir, según una tradición judía. La Iglesia
le conmemora en el calendario de los santos el 30 de marzo.
Los primeros dos capítulos contienen amenazas contra
los pueblos vecinos, mientras los capítulos 3-6 comprenden profecías contra el
reino de Israel. Los caps. 7-9 presentan cinco visiones proféticas acerca del
juicio de Dios sobre su pueblo y el reino mesiánico, a cuyas maravillas dedica
los últimos versículos, como lo hacen también Oseas, Joel, Abdías y casi todos
los profetas Mayores y Menores.
El objetivo de
Amós es enseñar que Yahvéh es el Dios del Universo, y que lo que los hombres
llaman "Derecho Natural" no es otra cosa que el imperio del orden
moral del que Dios es guardián y Señor.
Su poder es
ilimitado, y su albedrío sobre la naturaleza y los hombres es infinito.
Amenaza y castiga por doquier por violar el orden moral antedicho, pero podría
perdonarlos si se reforman. En caso de persistir en el error, destruirá a todos
los malvados en un cataclismo que Amós llama "El día de Yahvéh".
El de Amós es
un mensaje de terror, amenaza y castigo, pero también de perdón, redención y
amor. El único medio de salvación es la conversión a la fe verdadera. Si Oseas es el profeta del amor, Amós es el de la justicia, terrible e
inexorable, de Dios.
Fuentes:
domingo, 1 de enero de 2012
Profetas Menores - Abdias

Se desconoce
casi todo acerca del autor del libro.1
Según ciertos autores, el profeta Abdías
habría sido un príncipe enviado por el rey Josafat
para adoctrinar al pueblo judío,junto con otros dos príncipes, en la Ley
de Yahvéh.
De acuerdo con esta hipótesis, la profecía de Abdías data de entre los años 848 y 841 a. C.
Si esto es cierto, entonces el libro de Abdías muy bien puede ser consecuencia
de la desastrosa campaña militar del rey Joram contra los idumeos.
Ya desde
tiempos de Esaú
y Jacob
era evidente la gran rivalidad que existía entre Israel y Edom (Genesis 25:23,
Genesis 27:39-40).
En tiempos de la monarquía hebrea, Edom ocupaba un lugar estratégico en la ruta
hacia el importante puerto de Elat en el Mar Rojo, y ello ocasionó continuas peleas con los judíos, tal
como se relata en II Crónicas, II Samuel
y I
y II Reyes.
La enemistad
entre ambos reinos generó una abundante literatura bíblica antiedomita
(ejemplos de los cuales pueden leerse en Ezequiel,
Salmos, Isaías,
Jeremías y Amós),
a la que pertenece la primera parte de Abdías. Este odio está marcado por la
colaboración que los edomitas prestaron a Nabucodonosor
II en la guerra hebreo-caldea, y, tras llevarse cautivos los caldeos
a muchos judíos, los del Edom aprovecharon para ocupar sus territorios.
El libro de
Abdías profetiza la venganza de Yahvéh
contra Edom, que llegará en 312 a. C. con su conquista por parte
de los árabes.
El libro
está dividido de la siguiente manera:
- Prólogo (1) en que se envía un mensajero a convencer a las naciones de marchar contra Edom;
- Juicio sobre Edom (2-10);
- Destrucción de la misma por su maldad (11-14); y
- "Día de Yahvéh": visión escatológica.
El "Día
de Yahvéh", como en otros libros del Tanaj, es la ejecución de una
sentencia de Dios contra una nación, especie de proceso judicial en que la
divinidad la juzga por sus crímenes y pecados y actúa en consecuencia.
Edom, como
todos los demás países que bastardean los derechos humanos y divinos, son castigados
de manera inexorable e inmediata. La venganza de Yahvéh (al igual que en el Libro de
Nahum), es nacionalista, por contraposición al universalista Deuteroisaías.
Fuente: //es.wikipedia.org
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