miércoles, 22 de julio de 2015

Los 9 Coros Angélicos, agrupados en tres jerarquías


Serafines - del griego "séraph", abrazar, quemar, consumir. Asisten ante el trono de Dios* y es su privilegio estar unidos a Dios de manera más íntima, en los ardores de la caridad.

Querubines - del hebreo "chérub", que San Jerónimo y San Agustín interpretan como "plenitud de sabiduría y ciencia". Asisten también ante el trono de Dios, y es su privilegio ver la verdad de un modo superior a todos los otros Ángeles que están bajo ellos.

Tronos - algunas veces son llamados "Sedes Dei", (Sedes de Dios). También asisten ante el trono de Dios, y es su misión asistir a los Ángeles inferiores en la proporción necesaria.

Dominaciones - Son así llamados porque dominan sobre todas las órdenes angélicas encargadas de ejecutar la voluntad de Dios. Distribuyen a los Ángeles inferiores sus funciones y sus ministerios.

Potestades - O "conductores del orden sagrado", ejecutan las grandes acciones que tocan en el gobierno universal del mundo y de la Iglesia, operando para eso prodigios y milagros extraordinarios.

Virtudes - cuyo nombre significa "fuerza", son encargados de eliminar los obstáculos que se oponen al cumplimento de las órdenes de Dios, apartando a los Ángeles malos que asedian a las naciones para desviarlas de su fin, y manteniendo así las criaturas y el orden de la Divina Providencia.

Principados - Como su nombre indica, están revestidos de una autoridad especial: son los que presiden los reinos, las provincias, y las diócesis; son así denominados por el hecho de que su acción es más extensa y universal.

Arcángeles - son enviados por Dios en misiones de mayor importancia junto a los hombres.

Ángeles - los que tienen la guarda de cada hombre en particular, para desviarlo del mal y encaminarlo al bien, defenderlo contra sus enemigos visibles e invisibles, y conducirlo al camino de la salvación. Velan por su vida espiritual y corporal y, a cada instante, le comunican las luces, fuerzas y gracias que necesitan (14).

miércoles, 1 de julio de 2015

LOS ÁNGELES: MENSAJEROS DE DIOS


1. FUNDAMENTO BÍBLICO Y TEOLÓGICO

 La etimología de la palabra “ángel” procede del latín angelus, y este a su vez del griego ágguelos o mal’akj en hebreo, que quiere decir “mensajero” o “servidor” de Dios (Hebreos 1,7). El Papa San Pío X decía que “los ángeles son las criaturas más nobles creadas por Dios”; son inmortales, tienen voluntad propia, poseen conocimientos más amplios y su poder es muy superior a los hombres (Salmo 103,20). Su apariencia puede ser como un relámpago, y sus vestiduras blancas como la nieve (Mateo 28,3); además están siempre en la presencia del Padre Eterno (Mateo 18,10), y constituyen su ejército celestial (Salmo 148,2). Sobre su número las Escrituras aclaran que son “millones de millones” (Daniel 7,10; Apocalipsis 5,11). Santo Tomás de Aquino enseñaba que los ángeles fueron creados antes que el hombre, porque un ángel rebelde a Dios, fue el culpable de la caída de nuestros primeros padres. Se admite entonces que el Padre del cielo los creó en un principio, cuando sacó de la nada el universo (Concilio de Letrán, 1215). Hay en estos seres espirituales tres instantes: su creación, la prueba de obediencia a que fueron sometidos por Dios, y el premio en el cielo para los ángeles buenos, y el castigo en el infierno para los ángeles malos.

 
San Gregorio Magno afirmaba que “casi todas las páginas de la revelación escrita, dan testimonio de los ángeles”. En la Biblia se registran cerca de 400 veces; tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En la vida del Hijo de Dios, se encuentran desde su nacimiento en el portal de Belén, hasta su triunfante resurrección en Jerusalén, y regreso al cielo. Por eso, Cristo Jesús es superior a todos ellos (Hebreos 1,4), creados por él (Colosenses 1,16); y sometidos bajo su autoridad y poder (1Pedro 3,22).

 

 . LOS ÁNGELES EN LAS DIFERENTES CULTURAS Y TRADICIONES

 La tradición judeocristiana, y la misma historia universal dan testimonio de estos seres celestiales; en todos los países hablan en cierto modo de ellos desde hace más de cuarenta siglos atrás. Su existencia está atestiguada en el Islam, el hinduismo, el budismo, las religiones de la China, Indonesia, los Aztecas, los Incas, y en el Zoroastrismo. Asimismo, en las culturas ancestrales del Oriente como los Cananeos, Asirios; de los Sumerios hay un registro documentado que muestra una imagen de un ángel con aspecto humano y enormes alas que flota sobre la tierra. En el valle del Éufrates se halló una figura de un ángel que tiene 4.500 años, y en Babilonia y Egipto en las puertas de los templos y palacios, habían grandes esfinges de piedra de estos seres del cielo; con rostro humano, y alas, cuerpo y patas de animales como toro o león.