P. José Ramón Martínez Galdeano, S.J.
2.- Hay que manifestar todos los pecados graves ciertos cometidos desde la última confesión.
3. Debe manifestarse la clase o naturaleza de cada pecado y la frecuencia o número de veces en que se haya incurrido desde la última confesión bien hecha.
4.- Dolor y propósito. No basta para el perdón lo anterior. Es necesario estar arrepentido y tener la decisión de poner los medios al alcance para evitar los pecados. Es decir, hay que estar decididos a cambiar la propia conducta en lo que tiene de pecado. Esto es lo más fundamental por parte del penitente.
5.- La penitencia. Hay obligación grave o leve en general según hayan sido los pecados. No es necesario haberla hecho para comulgar; pero conviene cumplirla pronto para no olvidarse.
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