lunes, 24 de marzo de 2014

Para confesarse mejor


P. José Ramón Martínez Galdeano, S.J.

 
1.- El fin del sacramento de la Penitencia o Confesión es el perdón de los pecados.

2.- Hay que manifestar todos los pecados graves ciertos cometidos desde la última confesión.

3. Debe manifestarse la clase o naturaleza de cada pecado y la frecuencia o número de veces en que se haya incurrido desde la última confesión bien hecha.

4.- Dolor y propósito. No basta para el perdón lo anterior. Es necesario estar arrepentido y tener la decisión de poner los medios al alcance para evitar los pecados. Es decir, hay que estar decididos a cambiar la propia conducta en lo que tiene de pecado. Esto es lo más fundamental por parte del penitente.

5.- La penitencia. Hay obligación grave o leve en general según hayan sido los pecados. No es necesario haberla hecho para comulgar; pero conviene cumplirla pronto para no olvidarse.


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