Benedicto XVI
dijo hoy que el deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre y que en
una sociedad como la actual, en parte cerrada a lo trascendente, "es
necesario promover una pedagogía del deseo para que el hombre vuelva a aprender
el gusto por las verdaderas alegrías de la vida".
El papa hizo
estas manifestaciones ante unas 25.000 personas que asistieron en la plaza de
San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, en la que
afirmó que aunque pueda parecer una "provocación en el mundo actual, en el
que avanza la secularización", el deseo de Dios "está inscrito en el
corazón del hombre, ya que éste ha sido creado por Dios y para Dios".
El Pontífice
señaló que aunque "amplios sectores" de la sociedad actual puedan
decir que no necesitan el deseo de Dios, que les deja indiferentes y del que no
merece la pena ni pronunciarse", la realidad es que ese deseo de Dios no
ha desaparecido del ser humano.
"Las
experiencias humanas fundamentales, como el amor y la amistad, muestran que en
todo deseo humano está el eco de un deseo más grande, que nunca se satisface
plenamente. Y esta dinámica del deseo testimonia que el hombre es un ser
religioso", subrayó.
Benedicto
XVI agregó que en esta época "aparentemente tan refractaria" a la
dimensión de lo trascendente, abrir un camino hacia el auténtico sentido
religioso de la vida, "que muestra como el don de la fe no es absurdo, no
es algo irracional".
"Es
necesario promover una especie de pedagogía del deseo que, enseñando el gusto
por las satisfacciones más auténticas de la vida, y la búsqueda continua de los
bienes más altos, vaya dirigida, no a sofocar el deseo, sino a purificarlo y
liberarlo, para que pueda alcanzar su verdadera profundidad", afirmó el
papa.
El
Obispo de Roma abogó por educar desde pequeños a "saborear la alegrías
verdaderas" en los ámbitos de la familia, la amistad, la solidaridad con
quien sufre, la renuncia al propio yo y entregarse a los demás, la belleza y el
arte.
Así,
aseguró, "se producen anticuerpos eficaces contra la banalización y la
apatía difundidas en la sociedad actual".
No
sólo los niños necesitan descubrir el deseo de Dios, también los adultos para
así -manifestó el papa- "purificarse de la mediocridad en la que se
encuentran enredados.
Al
final de la audiencia el papa anunció que la misión que tenía previsto enviar a
Siria para llevar la solidaridad de la Iglesia y una ayuda económica a la
población ha sido cancelada, debido a la situación en el país, donde continúan
los enfrentamientos.
En
vez del grupo de cardenales y obispos que iban a viajar a Damasco, viajará hoy
al vecino Líbano al cardenal Robert Sarah, Presidente del Consejo Pontificio
Cor Unum, quien se reunirá con los pastores y fieles de la Iglesia en Siria y
visitará algunos refugiados sirios. También les lleva un millón de dólares.
A la audiencia asistieron fieles de España, México,
Argentina, Chile y otros países latinoamericanos, a los que el papa, hablando
en español, exhortó a pedir a Dios "que se acreciente nuestra fe en él y
que haga ver su rostro a todos los que lo buscan con sincero corazón".EFE
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