P. Adolfo Franco S.J.
El día de Pentecostés (al final de
las siete semanas de pascua) la misma Pascua de Cristo llega a su culminación
con la efusión del Espíritu Santo, que se manifiesta, se da y se comunica.
La relación entre la obra de
Jesús y el Espíritu Santo está muy marcada en la revelación. El Espíritu se
hace presente en los momentos centrales de la vida de Jesús. Y empezando por la
concepción: es el Espíritu Santo el que vendrá sobre María, para que empiece la
Encarnación del Hijo de Dios. La existencia de Jesús en su origen humano es
obra del Espíritu. En otro momento importante, en los cuarenta días en que
Jesús está en el desierto, es el Espíritu el que lo lleva al desierto. En el
Bautismo del Señor, el Espíritu en forma de paloma se posa sobre El.
Empieza a
predicar por la acción del Espíritu Santo. En algún momento se dice que Jesús
oró lleno de gozo por la acción del Espíritu Santo. Y en la Ultima Cena Jesús
continuamente les habla a sus apóstoles que les enviará el Espíritu Santo, y de
la acción importante del Espíritu en ellos cuando empiecen a actuar. Parecería
entonces que el Espíritu Santo es como una sombra que acompaña continuamente al
Señor en todo lo que vive y en todo lo que hace. Esta es, en resumen, la
participación del Espíritu Santo en la vida y en la obra de Jesús.
También es fundamental la
actuación del Espíritu Santo en la Iglesia. Con razón se ha dicho que si Cristo
es Cabeza de la Iglesia, el Espíritu es el Alma de esa Iglesia. Y en primer
lugar el Espíritu Santo actúa cuando los apóstoles se reúnen para elegir al
sucesor de Judas Iscariote, para completar el número de los doce. El Espíritu
Santo es el que guiará la elección. Cuando Jesús se va al cielo, el Espíritu se
hace presente más y más en la tarea de la Iglesia naciente. Y especialmente el
día de Pentecostés (que hoy conmemoramos), en que ocurre esta invasión potente
del Espíritu sobre los apóstoles; y no será ésta la única ocasión de su irrupción.
Se cuenta en los Hechos de los Apóstoles varias de estas manifestaciones del
Espíritu en los momentos de evangelización de Pedro y Pablo. En alguna ocasión
se narra que el Espíritu Santo bajó sobre un grupo de paganos y naturalmente
enseguida fueron bautizados. Cuando haya que dirimir el asunto tan delicado en
la primitiva Iglesia, de si hay que circuncidar a los paganos que se hagan
cristianos, es el Espíritu Santo el que ilumina a los apóstoles para que tomen
la decisión correcta. Y no solamente actúa el Espíritu Santo en la Iglesia en
vida de los apóstoles.
En toda la historia
posterior de la Iglesia está presente el Espíritu; por ejemplo, cuando en los
Concilios la Iglesia tenga que definir más y más su doctrina. Es el Espíritu el
que guía a la Iglesia en tantas bifurcaciones doctrinales como se le
presentaron, para que escoja el camino correcto; precisamente ése, dejando los
otros. Y esto ocurrió tantas veces. Así el Espíritu Santo fue el garante de la
verdadera fe. Y más todavía: la Iglesia institución divina, y humana a la vez,
tendrá momentos en que necesite una revitalización, y a veces una reforma. Y
será el Espíritu el que en esos momentos haga surgir en la Iglesia tantos
ejemplos de cristianos, para revivir el ideal de Cristo en su entera pureza:
así nacerá la Vida Religiosa en la Iglesia, las diversas Congregaciones: los
monjes, los franciscanos, dominicos, jesuitas. Etc. etc. Y cada uno en su
momento, en el momento necesario: todos son manifestaciones del Espíritu Santo,
especialmente en sus fundadores y para el bien de la Iglesia.
Todo esto es manifestación
de la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia. Pero también vive el Espíritu
Santo en cada uno de nosotros, inspirando toda obra buena. Cuando oramos es el
Espíritu quien ora desde nuestro interior, cuando anhelamos servir, cuando
sentimos el deseo de ayudar. Todos esos movimientos interiores que producen
obras buenas, son movimientos del Espíritu Santo en nosotros. El nos guía y nos
conduce para que vivamos el Evangelio, para que vivamos como hijos de Dios,
hermanos de Cristo y templos del Espíritu Santo.
Fuente: http://formacionpastoralparalaicos.blogspot.com
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