domingo, 31 de marzo de 2013

Papa Francisco: Sábana Santa nos sumerge en silencio elocuente del amor



VATICANO, 30 Mar. 13 / 10:01 am (ACI).- En un videomensaje realizado con ocasión de la ostensión de la Sábana Santa este sábado, en la Catedral de Turín (Italia), el Papa Francisco afirmó que la Sábana Santa “habla a nuestro corazón y nos lleva a subir al monte del Calvario, a mirar el madero de la cruz, a sumergirnos en el silencio elocuente del amor”.

A continuación el texto completo del videomensaje del Papa Francisco:

Queridos hermanos y hermanas:

También yo me pongo con ustedes ante la Sábana Santa, y doy gracias al Señor que nos da, con los instrumentos de hoy, esta posibilidad.

Pero aunque se haga de esta forma, no se trata simplemente de observar, sino de venerar; es una mirada de oración. Y diría aún más: es un dejarse mirar. Este rostro tiene los ojos cerrados, es el rostro de un difunto y, sin embargo, misteriosamente nos mira y, en el silencio, nos habla.

¿Cómo es posible esto? ¿Cómo es posible que el pueblo fiel, como ustedes, quiera detenerse ante este icono de un hombre flagelado y crucificado? Porque el hombre de la Sábana Santa nos invita a contemplar a Jesús de Nazaret.

Esta imagen – grabada en el lienzo – habla a nuestro corazón y nos lleva a subir al monte del Calvario, a mirar el madero de la cruz, a sumergirnos en el silencio elocuente del amor.

Así pues, dejémonos alcanzar por esta mirada, que no va en busca de nuestros ojos, sino de nuestro corazón. Escuchemos lo que nos quiere decir, en el silencio, sobrepasando la muerte misma.

A través de la Sábana Santa nos llega la Palabra única y última de Dios: el Amor hecho hombre, encarnado en nuestra historia; el Amor misericordioso de Dios, que ha tomado sobre sí todo el mal del mundo para liberarnos de su dominio.

Este rostro desfigurado se asemeja a tantos rostros de hombres y mujeres heridos por una vida que no respeta su dignidad, por guerras y violencias que afligen a los más vulnerables... Sin embargo, el rostro de la Sábana Santa transmite una gran paz; este cuerpo torturado expresa una majestad soberana.

Es como si dejara trasparentar una energía condensada pero potente; es como si nos dijera: ten confianza, no pierdas la esperanza; la fuerza del amor de Dios, la fuerza del Resucitado, todo lo vence.

Por eso, contemplando al hombre de la Sábana Santa, hago mía la oración que san Francisco de Asís pronunció ante el Crucifijo:

Sumo, glorioso Dios,
ilumina las tinieblas de mi corazón
y dame fe recta,
esperanza cierta
y caridad perfecta,
sentido y conocimiento, Señor,
para que cumpla
tu santo y verdadero mandamiento. Amén.

http://www.aciprensa.com

ALELUYA, ALELUYA CRISTO RESUCITO


sábado, 30 de marzo de 2013

Semana Santa: Vigilia Pascual



Sábado santo hacia el anochecer.
Para mejor gustar la Liturgia de la Vigilia Pascual.
La Resurrección del Señor es la cumbre de la obra de Cristo y del año litúrgico. La hora del comienzo sugiere que con la muerte de Cristo “algo” acaba (la victoria del mal) y con su resurrección “otra cosa” (el reino de Cristo) ha comenzado.

1. Liturgia de la luz. Bendición del fuego. El cirio pascual.
Cristo es la luz del mundo. Las tinieblas del momento simbolizan la oscuridad del mundo sin Cristo. El fuego nuevo, que es bendecido, recuerda la nueva vida que el cuerpo de Cristo recibe con la resurrección.
El cirio se prepara. El cirio encendido va a simbolizar a Cristo resucitado. Con un punzón el sacerdote marca en él la cruz, las letras alga y omega (que son la primera y la última del alfabeto griego) y la cifra del año actual. Al mismo tiempo dice: “Cristo ayer y hoy —principio y fin —alfa —y omega.—Suyo es el tiempo —y la eternidad—. A él la gloria y el poder —por los siglos de los siglos. Amén.”
Son palabras que declaran a Cristo rey y culmen de la historia humana.
Los cinco granos de incienso, que pueden ponerse en los extremos y centro de la cruz, expresan la dignidad divina del que fue crucificado, y el valor infinito de su sacrificio por los pecados.
El cirio encendido representa a Cristo resucitado. La iglesia, los cirios de cada fiel, todo está a oscuras; sólo el cirio, Cristo, brilla. De él solo nos viene la luz. Lo canta el sacerdote y todos se arrodillan.
Se abren las puertas de la iglesia, que representa la Iglesia universal, entra sólo el sacerdote con el cirio encendido, se vuelve a vitorear a Cristo nuestra luz. Todo el mundo se postra y al levantarse los fieles encienden sus velas. En cuanto su número lo permita, es más simbólico que las velas de cada fiel se prendan directamente del cirio, porque simboliza mejor que nuestra fe, participación de la vida de Cristo resucitado, se ha realizado por la unión inmediata de cada uno con Cristo en el bautismo. Los fieles avanzan suprimiendo las tinieblas de la iglesia; simboliza que todos y cada uno coopera a que la Iglesia sea más luminosa y al mundo le llegue luz de Cristo.
Cuando todos han entrado, las luces de la iglesia se encienden: la Iglesia y el mundo está siendo iluminado.

2.- Pregón pascual.
Todo culmina con el canto lleno de entusiasmo. Se coloca el cirio encendido en lugar relevante. Se inciensa. Todos tienen sus velas encendidas. El texto ensalza la victoria sobre el pecado y los inmensos bienes que por la muerte y resurrección de Cristo nos han llegado a los hombres.

3.- Liturgia de la Palabra.
Especialmente importante hoy. Se prevén siete lecturas del Antiguo Testamento, aunque puedan ser menos para evitar el excesivo cansancio de los fieles. Los fieles escuchan sentados, apagadas las velas para evitar distracciones. En todas la Iglesia ve la acción o la palabra que preanuncia las gracias inmensas de la redención de Cristo: la liberación del pecado y la comunicación de la vida de Cristo resucitado, que comienzan en el bautismo. Tras cada lectura hay un canto responsorio meditativo para ayudar a la interiorización de la lectura. Luego todos parados piden aquel don.

Lectura 1ª: La redención de Cristo, segunda creación, es obra más grande que la primera creación.
Lect. 2ª: El sacrificio de Abrahán, que le ganó la promesa de una descendencia numerosa, simboliza el sacrificio de Cristo.
Lect. 3ª: El paso y las aguas del mar Rojo simbolizan el bautismo, que libera a los esclavos del pecado y forma un nuevo pueblo.
Lect. 4ª: Profecía de Isaías garantizando el amor de Dios que ama y perdona a la esposa, el pueblo de Israel, que simboliza a la Iglesia.
Lect. 5ª: Otra profecía de Isaías que asegura a la Iglesia un futuro maravilloso de gracia.
Lect. 6ª: Profecía de Baruc, que asegura al nuevo Israel la luz de la sabiduría de los secretos de Dios.
Lect. 7ª: Profecía de Ezequiel que promete un agua pura (la del bautismo y la eucaristía) para un corazón nuevo transformado por el Espíritu.

4. Explosión final.
Todas las velas del altar se encienden. Se canta el Gloria con el máximo entusiasmo. Resuenan mientras tanto todas las campanillas. Comienza la misa con el entusiasmo, fe y agradecimiento de un pueblo que celebra el triunfo de Cristo, que es también el suyo.

5. Lect. de Carta a Romanos.
Pablo desarrolla los efectos del bautismo, con el que hemos muerto y resucitado con Cristo.
Evangelio ¿Creemos o no creemos? ¿Buscamos a Jesús entre los muertos o entre los vivos?

6. Liturgia bautismal.
Con los siete sacramentos Cristo nos comunica los bienes que ha conseguido para nosotros con su vida, muerte y resurrección. El primero es el bautismo, puerta para todos los demás. El Bautismo nos une a Cristo en su muerte y resurrección, y se muere al pecado y se resucita participando de la vida de Cristo. Por eso hoy la misa se detiene un momento para que cada fiel reviva la grandeza de su bautismo y se haga alegre responsable de su condición de bautizado.

6.1. Camino de la pila bautismal si está situada aparte, si van a haber bautismos se cantan las letanías de los santos. La Iglesia militante se hace presente a la triunfante, que va a recibir nuevos hijos para que sean santos.
6.2. Se bendice el agua del bautismo, recordando el simbolismo salvador que el agua tiene en la Escritura. Al final de la oración el sacerdote mete y saca en el agua por tres veces el cirio encendido, símbolo de Cristo resucitado, pidiendo que el poder del Espíritu baje a ella.
6.3. Renuncia a Satanás y profesión de fe de los catecúmenos. Bautismos y confirmación.
6.4. Bendición del agua común, que nos recuerda nuestro bautismo.
6.5. Los fieles renuevan las promesas de su bautismo y su profesión de fe. La gracia del bautismo hay que mantenerla viva. El celebrante lo recuerda mediante la aspersión a los fieles del agua bendecida.

7. La bendición final
Tiene una solemnidad especial con doble aleluya y es mejor cantarla con entusiasmo. Toda la semana continúa celebrándose este domingo, no basta un día.

Fuente:http://formacionpastoralparalaicos.blogspot.com

jueves, 28 de marzo de 2013

Jesús lava los pies a los discípulos



Juan 13, 1-15. Jueves Santo. Perdonar de corazón, lavándonos los pies los unos a los otros, para poder así participar juntos en el banquete de Dios.

Del santo Evangelio según san Juan 13, 1-15
Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, él, que había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el fin. Durante la Cena, cuando el demonio ya había inspirado a Judas Iscariote, hijo de Simón, el propósito de entregarlo, sabiendo Jesús que el Padre había puesto todo en sus manos y que él había venido de Dios y volvía a Dios, se levantó de la mesa, se sacó el manto y tomando una toalla se la ató a la cintura. Luego echó agua en un recipiente y empezó a lavar los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía en la cintura. Cuando se acercó a Simón Pedro, este le dijo: «¿Tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?». Jesús le respondió: «No puedes comprender ahora lo que estoy haciendo, pero después lo comprenderás». «No, le dijo Pedro, ¡tú jamás me lavarás los pies a mí!». Jesús le respondió: «Si yo no te lavo, no podrás compartir mi suerte». «Entonces, Señor, le dijo Simón Pedro, ¡no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza!». Jesús le dijo: «El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque está completamente limpio. Ustedes también están limpios, aunque no todos». El sabía quién lo iba a entregar, y por eso había dicho: «No todos ustedes están limpios». Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió a la mesa y les dijo: «¿comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y tienen razón, porque lo soy. Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes.

Oración Introductoria

Señor Jesús, gracias por darme una nueva posibilidad para amarte más, alabarte y glorificarte. Gracias por darme la fe católica, una fe viva, que jamás se apaga. Te ruego Jesús de todo corazón que no me dejes en la soledad que me hace sentirme perdido. Te pido esperanza, pues yo sé que mi único anhelo eres Tú. Sé que contigo jamás quedaré defraudado porque Tú eres todo para mí. Tú sabes Señor que te quiero, Tú lo sabes todo, Tú sabes que te amo. María, ven y quédate conmigo en oración para aprender a orar como tú lo hacías.

Petición

Señor Jesús, que yo también te pueda amar hasta el final. Tú lo has hecho todo por mí, ayúdame a vivir para ti y por ti.

Meditación del Papa

San Pablo insiste en que precisamente, por la obediencia a la voluntad del Padre, "Dios le exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo nombre". Aquel que se ha abajado profundamente, tomando la condición de esclavo, ha sido exaltado, elevado por encima de todas las cosas por el Padre, que le dio el nombre de Kyrios, "Señor," la suprema dignidad y el señorío. Frente a este nuevo nombre, por cierto, que es el mismo nombre de Dios en el Antiguo Testamento, "toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese: que -Cristo Jesús es Señor-, para gloria de Dios Padre". El Jesús que se exalta es el de la Última Cena, que se quita las vestiduras, se ciñe la cintura con una toalla, se inclina a lavar los pies a los apóstoles y les pregunta: "¿Comprenden lo que he hecho por ustedes? Ustedes me llaman -el Maestro- y -el Señor-, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros". Es importante recordar esto siempre en nuestra oración y en nuestra vida: "el ascenso hasta Dios está en el descenso del servicio humilde, en el descenso del amor, que es la esencia de Dios y por lo tanto la fuerza verdaderamente purificadora, que hace al hombre capaz de percibir y de ver a Dios". (Benedicto XVI, 27 de junio de 2012)..

Reflexión apostólica

La deuda que el Señor nos ha perdonado, siempre es infinitamente más grande que todas las deudas que los demás puedan tener con respecto a nosotros (cf. Mt 18, 21-35). El Jueves santo nos exhorta a no dejar que, en lo más profundo, el rencor hacia el otro se transforme en un envenenamiento del alma. Nos exhorta a purificar continuamente nuestra memoria, perdonándonos mutuamente de corazón, lavándonos los pies los unos a los otros, para poder así participar juntos en el banquete de Dios.
Propósito

Buscaré hacer el bien a los demás, comenzando por pensar bien de ellos, sin juzgarlos, y ofreciendo mi ayuda si es oportuno.

Dialogo con Cristo

Señor Jesús, Tú sólo tienes palabras de vida eterna, aliéntame para que yo también pueda ser tu testigo en medio de la sociedad actual. Te pido que me des tu ayuda para tampoco separarme de ti. Yo sé, Señor, que mi única fortaleza eres Tú, pues todo lo puedes. Ayúdame a no tener miedo ante las dificultades porque siempre estás con migo. Amén.

El Jueves santo es un día de gratitud y de alegría por el gran don del amor hasta el extremo, que el Señor nos ha hecho.
(Benedicto XVI, Homilía 20 de marzo de 2008). 

Autor: H. Mirko Maria Lian | Fuente: Catholic.net

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miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Podemos tener imágenes?



Queridos hermanos católicos cuantas veces hemos escuchado esta acusación de parte de nuestros hermanos evangélicos: “los católicos hacen imágenes para adorarlas, mientras que la biblia lo tiene estrictamente prohibido”.

Muchos hermanos nuestros católicos no saben que contestar, otros se dejan influenciar fácilmente por estas verdades a medias y otros hasta sienten la tentación de botar las imágenes de las capillas. Les quiero aclarar este tema acerca de las imágenes pero con la Biblia en la mano.

Antes que nada debemos hacer una clara distinción entre una imagen piadosa y un ídolo. La Biblia si rechaza enérgicamente el culto de adoración a los ídolos, falsos dioses (éxodo 25,18), pero la Biblia nunca ha rechazado las imágenes como signos religiosos, como representaciones del Dios verdadero. La prohibición de la Biblia se refiere a las imágenes de ídolos o falsos dioses y no a la prohibición de hacer imágenes como adornos religiosos.

¿Qué es un ídolo según la Biblia?
Muchos años antes de Jesús, en tiempo de Moisés, Dios comenzó a formar a su pueblo elegido, el pueblo de Israel. Era gente muy primitiva que Dios había sacado del politeísmo para llevarla al monoteísmo. Todos estos pueblos antiguos tenían infinidad de dioses, a los que adoraban y representaban a través de imágenes de Bahales que tenían la forma de un toro, de un león o de otros animales. A esas imágenes el pueblo de Moisés llamaba ídolos o falsos dioses. La gente de aquel tempo la gente pensaba que estas imágenes tenían un poder mágico o una fuerza milagrosa. En el fondo estos ídolos eran representaciones de poderes o vicios del hombre mismo, por ejemplo la imagen de becerro de oro que aparece en Éxodo 32 era la expresión de la fuerza bruta de la naturaleza, también podía representar la encarnación del poder sexual desorientado y vicioso y el oro del becerro significaba el poder de la riqueza que explota y aplasta al hombre, es decir el hombre y sus vicios representados en el becerro de oro, quiere ser Dios y no quiere dejar lugar al único y verdadero Dios. Dios llamó al pueblo hebreo a avanzar por la senda del monoteísmo dando adoración al verdadero Dios. Pero los israelitas de aquel tiempo atraídos por las prácticas de los pueblos paganos querían a veces volver al politeísmo y a la adoración de ídolos, entonces Moisés, inspirado por Yave Dios, les prohibió hacer estrictamente hacer estos ídolos: “No tendrás otros dioses fuera de mí, no te hagas estatua ni imagen alguna de lo que hay en el cielo o en la tierra ni te postres ante esos ídolos”.

Queridos hermanos, estos textos Bíblicos son muy claros en su prohibición de hacer imágenes o estatuas de falsos dioses, pero otra cosa muy distinta es aplicar estos textos a las imágenes como adornos o signos religiosos, estos signos o imágenes piadosas nunca han sido prohibidos por Dios o por la Biblia.

Fuente : http://www.respuestascatolicas.com/